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Una historia de coraje. Los pueblos del TIM defienden su territorio

Una historia de coraje. Los pueblos del TIM defienden su territorio

Autor: CIPCA Beni
Fecha: 21/12/2018

A lo largo de todo el territorio aún quedan entre los habitantes el vestigio de los ideales que motivaron la marcha por la Dignidad y el Territorio, realizada por indígenas de tierras bajas el año de 1990.

El “Territorio”, así lo llaman sus habitantes. En el conviven etnias de los pueblos yuracarés, mojeños ignacianos y trinitarios, movimas y tsimanes (chimanes).

El Territorio Indígena Muti étnico (TIM), es uno de los varios territorios indígenas creados a raíz de la marcha del 1990. Alberga a 26 comunidades y forma parte del área conocida como Bosque Tsimane, hogar de miles de habitantes que comparten un solo anhelo, ser autónomos. 

A raíz de la marcha histórica de 1990, el gobierno del entonces presidente Jaime Paz Zamora, promulgó el decreto 22611 que no solo fue el origen de áreas como el TIM, sino también de áreas como el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Paz Zamora también determinó un plazo de 20 años para la explotación maderera al interior del Bosque Tsimane, aclarando que luego de eso las tierras pasarían automáticamente a ser propiedad de los pueblos indígenas que lo habitaban. Pero eso nunca pasó…

La injerencia

Luego de cumplido el plazo de 20 años, el Instituto Nacional de Reforma Agraria procedió a nombrar tierras fiscales a los terrenos donde se asentaban las ex concesiones madereras al interior del Bosque Tsiman, de pronto, la tierra de los pueblos indígenas, ya no era suya. “Las empresas madereras tenían un plazo de trabajo de 20 años, culminaron el 2010, y el 2011 debieron pasar a manos del TIM, de acuerdo al decreto esa tierra pertenece a los pueblos de 5 etnias, movima, tsimane, yuracaré, mojeño trinitario, ignaciano, entonces pero la realidad no se cumplió”, afirmó el presidente del TIM Bernardo Muiba Yuco.

Entonces, como indica Muiba, un pueblo que anhela su autonomía también tuvo que empezar a pensar en cómo defender su territorio, defenderlo del silencio del Estado, la complicidad de sus instituciones y lastimosamente de los avasalladores que empezaron a penetrar sus montes, destruir sus bosques, y subyugar a su gente.

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Simeón Guaji Guaji, con 64 años es el actual corregidor de la comunidad Tsimane Jojori.  Guaji es mojeño trinitario, tuvo seis hijos, y ya hace 10 años que es corregidor de esta comunidad, a solicitud de los mismo comunarios.

El corregidor vivió durante muchos años en el sector del norte de La Paz, siempre en áreas rurales, pues dice que no le gustan las ciudades, y que prefiere vivir en el campo. Explicó que llegó a ser corregidor por invitación expresa de los miembros de la comunidad.

“Me vine invitado por los hermanos, eran explotados de otros hermanos, entonces han visto que no podían seguir siendo explotados y por eso llegué aquí con ellos, me dicen que venga aquí donde era mi comunidad, nos vinimos y ellos me pusieron de corregidor”, aseguró Guaji. El Corregidor asistió a la gran reunión de Corregidores que determinó empezar una nueva marcha, la décima, decididos todos a defender su territorio como lo defendieron “sus antepasados”.

Pero la marcha no fue necesaria, Carlos Romero, Ministro de la Presidencia, bajó hasta las tierras bajas y el 22 de septiembre de 2018 firmó un convenio donde garantiza que el INRA titularía las tierras del Bosque Tsimane en favor de los pueblos indígenas.

Grandes necesidades

Guaji peleó desde el primer día por mejorar los servicios a los que accede su comunidad. Deambuló entre San Ignacio y su comunidad por varios meses y hasta años, para que pudieran tener una escuela. Aseguró que las necesidades de la comunidad son muchas, y varias de ellas aún no han sido solucionadas.

“Empezamos a ir seguido a San Ignacio a buscar solucionar las necesidades de esta comunidad, y así exigimos primero para la educación, de ahí aprovechamos y pedimos una motosierra para la comunidad, logramos los dos objetivos que estábamos haciendo, y así es que me quedé con ellos”, declaró el Corregidor.

“Nos pusimos a trabajar, aquí no hay ningún adelantando por tema del acceso, no se puede trabajar en grandes parcelas para sacar afuera lo que se hace, entonces por la necesidad sembramos para el sustento de cada día, para los niños más que todo”, completó.

Aún hoy, la comunidad continúa esperando calaminas que les permitan proteger un improvisado pozo de dónde sacan agua para todos.

Los interculturales

La historia de los pueblos de Moxos es una historia de lucha, por su dignidad, por su territorio, por su sobrevivencia. Hace aproximadamente 10 años atrás, empezaron a aparecer los primeros interculturales entrando al territorio del Bosque Tsimane.

Así lo recuerdan los mismos pobladores de la zona, así lo reviven cuando piensan que en su momento la dirigencia no supo o no quiso hacer nada para detenerlos. “Los interculturales, no estaban enterados de todo este asunto, por eso ellos han podido entrar, pero tampoco no sé cómo entraron ellos, ha debido haber alguien que conocía este lugar”, aseguró Guaji, cuya comunidad fue una de las afectadas de forma directa por la presencia de los interculturales.

Y es que a medida que iban entrando, los interculturales iban contratando comunarios para que trabajen por ellos en las parcelas que estaban avasallando.

“Bueno los comunarios han ido a trabajar con ellos, para que le voy a negar para que les voy a mentir, porque la necesidad es así uno tiene que buscar así. (les pagaban) 50 bolivianos por día, para hacer chaco, para hacer parcela”, aseguró el corregidor de Jorori.

Las casas quedan de prueba

A lo largo de varios kilómetros, ubicadas al lado del sendero se levantan casas, cientos, más de 250, todas de los interculturales que trataron de ingresar y apropiarse del bosque. Kilómetros de monte destruido, quemado, con árboles cortados, están ahí al lado del sendero, no muy expuestas sino más bien un poco metidas a los costados, dejando un poco de monte para quedar ocultas.

La realidad es que, al escuchar la determinación del encuentro de corregidores, donde se decidió que de ser necesario quemarían las casas de los avasalladores, ellos se fueron.Pero, claro la pregunta sigue siendo ¿hasta cuándo?

Por el momento, la garantía del INRA para titular el territorio del Bosque Tsimane a favor del TIM continúa, según actas de reunión y compromisos. Hasta fin de 2018 esos territorios deben estar titulados en favor del TIM, así lo aseguran los compromisos de la instancia estatal, de no ser así hasta el último habitante del territorio tiene el compromiso de defender su territorio.

 “Pero si logramos ser autónomos, podremos mejorar, podremos vivir bien, podremos prosperar, eso esperaremos”, completó visiblemente esperanzado el corregidor.

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