Autor: Juan Carlos Véliz Morejon / Pojo, Cochabamba
Fecha: 16/06/2017
Las comunidades apuestan por la expansión de la producción de fruta. La manzana pojeña desafía a la chilena. Las manzanas son naturales y ecológicas.
En la comunidad Chichawayku, del municipio de Pojo, que forma parte del cono sur de Cochabamba están aprovechando hasta la última gota de agua en la producción de frutas y verduras.
En tiempos en que el líquido vital es escaso por el cambio climático, Pojo se ha transformado en un municipio productor de manzanas que ponen en jaque a las famosas chilenas por el uso eficiente del agua.
Página Siete visitó la experiencia de atajado de agua con geomembrana en el sector de Aguadillas, de la comunidad Chichawayku, en la que se cosechan 733 metros cúbicos o 733 mil litros que es utilizada para la producción de verduras y frutas.
La geomembrana es un polietileno de alta densidad que permite almacenar agua por más tiempo que en una represa de tierra.
Teófila Vargas, comunaria de Chichawayku, cuenta que el agua acumulada en la represa también es utilizada para el consumo del ganado vacuno y para la producción agrícola que sirve para la alimentación y la venta de la producción excedentaria.
Chichawayku es una zona productora de verduras y frutas.
Carlos Vargas, otro poblador, explica que esta represa ubicada en la serranía es alimentada desde dos fuentes: un manantial que está en la parte alta de un cerro y el otro es una captación que se realiza desde un río.
De esta manera la represa permanece llena y abastece para el riego de hasta 24 horas, pero los beneficiarios quieren realizar un uso más eficiente del agua con el riego por goteo porque el que utilizan actualmente (riego por aspersión) consume más agua.
El líquido vital devolvió la vida a esta comunidad que ahora puede garantizar su seguridad alimentaria con una producción familiar y también comercial.
En Chichawayku conformaron una asociación de regantes que agrupa a 21 socios o familias que se encargan del mantenimiento y administración de esta represa que fue construida con el apoyo de la ONG CIPCA, el Gobierno Municipal de Pojo y otras instituciones cochabambinas.
"Con esta agua podemos producir vaina, durazno, manzana y más adelante en tiempo de frío sembraremos papa”, explica Valentín Pardo, dirigente de la comunidad. "En el pasado no teníamos este apoyo”, cuenta Filemón Orellana, otro poblador.
La implementación de esta represa tiene historia, fue el primero en el municipio, según cuenta Remigio Zurita, uno de los promotores de este proyecto. La idea surgió después de que él retornó del Chapare cuando comenzó la erradicación forzosa de coca en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
"Hemos pensado con Marcelino Pérez, otro dirigente, (el proyecto) durante dos días. También nos ayudó don Hugo López y toda la base y en 2001 presentamos un perfil y pedimos apoyo a la Prefectura y nos pidieron contraparte en mano de obra, y en 2002 comenzamos con el proyecto en los meses de febrero o marzo (de ese año)”, relata.
Esta represa es una de las decenas que apoya la ONG CIPCA.
Agua es vida
CIPCA El Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) comenzó a trabajar en 1970, bajo la iniciativa de tres jesuitas, Luis Alegre, Xavier Albó y Francisco Javier Santiago.
Agua Una de las prioridades de esta ONG es la seguridad alimentaria mediante procesos de producción de alimentos con el uso eficiente del agua como atajados y represas.
La manzana pojeña da pelea a la chilena
El municipio de Pojo tiene potencial en granos y frutas. Con el apoyo de instituciones no gubernamentales como CIPCA y el Gobierno Municipal impulsa la producción de manzanas naturales y ecológicas que no tienen nada que envidiar a las chilenas.
"Pojeñita” es la marca de las manzanas que se cultivan en los valles de esta región y ya está peleando mercado a las que llegan del país vecino.
La "Pojeñita” está creciendo con el riego de agua cosechada de la lluvia o de manantiales en las altas montañas que en gran parte del año permanecen con niebla. El Gobierno Municipal busca que la manzana sea un potencial productivo de esa región.
Los proyectos de riego también contribuyeron a la producción de productos como frutilla y chirimoya.
El objetivo es que el municipio y sus comunidades puedan diversificar su producción y garantizar la soberanía alimentaria, y el reto es consolidar nuevos mercados. Pojo también tiene potencial en granos y los productores buscan la transformación en alimentos terminados para el desayuno escolar.
Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.