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Calamarca se une contra el cambio climático

Calamarca se une contra el cambio climático

Fecha: 18/04/2018

Producción. Las 37 comunidades del municipio trabajarán para reducir las pérdidas agropecuarias.

Las 37 comunidades que conforman el municipio de Calamarca se unieron para reducir las pérdidas causadas por el cambio climático a través de su Ley Municipal de Política Pública de Gestión de Riesgo Agropecuario.

Esta nueva norma fue publicada el 6 de abril en la capital del municipio, que se encuentra en la provincia Aroma de La Paz, a 56 kilómetros de la sede de gobierno, en una región de clima variado que da a sus 12.400 habitantes la posibilidad de alimentarse con los frutos de la tierra fértil.

“Ya estábamos trabajando en cómo contrarrestar estos riesgos, pero no de forma tan organizada. A partir de la promulgación de la ley estamos ya más comprometidos como gobierno municipal. Ahora se verá minuciosamente cuáles son los factores que más castigan a nuestros hermanos productores”, afirma el alcalde de Calamarca, Yesid Mamani.

La aplicación de este plan de cinco años será esencial para esta región del altiplano, donde cada vez se perciben más problemas por causa del calentamiento global, como el retraso de la época de lluvias —las cuales además son cortas—, periodos largos de sequía, cambios en las temporadas de heladas, inundaciones y otros fenómenos que aumentan el riesgo agropecuario, el que a su vez afecta a la seguridad alimentaria de las familias calamarqueñas.

Valentín Pérez, responsable de la Unidad de Desarrollo Territorial del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca), conoce bien cómo las inclemencias del tiempo merman la producción. Entre 2017 y 2018, por exceso de lluvias se perdió el 25% de la cosecha de papa y el 40% de la oca y la papalisa, que también sufrieron un daño del 20% por sequías y heladas, las que restaron el 50% de la papa y casi el 80% de la haba.

Las granizadas, a su vez, destrozaron el 90% de las lechugas, zanahorias, nabos y otras hortalizas, detalla el funcionario de la institución, la cual brinda apoyo técnico en esa región.

“La quinua es más resistente, pero aun así no emerge todo lo que se siembra. A veces solo da el 30% o la mitad. Este año estuvo mejor”, agrega.

Con el objetivo de prevenir y reducir las vulnerabilidades y efectos climáticos en el sector agrícola, la nueva ley municipal, que será operativizada por el flamante Comité de Riesgos de Calamarca, contempla la aprobación de estrategias, programas, proyectos y acciones consensuadas entre todos los actores del municipio, cuya población tiene como principal fuente de ingresos la agricultura (76%), la ganadería (16%) y desde hace poco tiempo la lechería, entre otros.

Labor. “Con esta ley esperamos prevenir las posibles inclemencias del tiempo y enfrentar amenazas constantes como la helada y la granizada”, dice David Pari, presidente del Concejo Municipal.

“Calamarca se inscribió al Seguro Agrario (estatal), pero eso no basta porque solo cubren la papa, la quinua y la cebada”, agrega el representante de la región, donde también se producen oca, papalisa y alfalfa, entre otros alimentos.

“El tema principal es agua”, subraya por su lado el Alcalde, por lo que el trabajo dará prioridad al “manejo integrado de cuencas y atajados, y a la cosecha de agua”.

“Además del uso eficiente del agua, se están promoviendo los cultivos asociados y rotación de cultivos”, agrega Pérez. Mamani adelanta que, con el fin de convertir a Calamarca en “un pequeño TIPNIS” (Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure), se arborizará la jurisdicción para “crear bolsas de agua”. “Esa será una de las primeras tareas”, asegura.

“Hasta el momento, solo teníamos presupuesto para desastres naturales, pero a partir de esta ley ya tenemos que asignar dinero” para la gestión del riesgo agropecuario, sostiene el edil. El municipio cuenta para este año con un presupuesto de Bs 11,7 millones en ingresos propios por 1,5 millones, a los que se suman otros 12,5 millones que destinaron para el apoyo de los productores de la región otros organismos del Estado.

“Vamos a encarar la nueva ley de dos formas: definiendo cómo se trabajará cuando llega un desastre y cómo se distribuirán los recursos para —de ser necesario— pedir más a otros niveles del Estado. Hay que aplicar un plan de contingencia”, apunta Filomena Villalobos, técnico del Cipca, uno de los actores que impulsó la aprobación de la nueva norma.

En el tiempo en el que la institución trabajó en el municipio, instaló carpas solares, bombas de agua y sistemas de riego a goteo y aspersión; promovió el uso de abonos orgánicos y la alternancia en los cultivos por alimentos no tradicionales de la región, para mejorar la nutrición y seguridad alimentaria de las familias; y brindó capacitación para que los productores obtengan más ingresos.

Cipca impulsa nuevas formas de cultivo.

Jorge Castel, Calamarca (La Paz)

El Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca) apoya a los productores de 39 comunidades del municipio paceño de Calamarca con riego y la diversificación de sus productos.

“Promovemos la implementación de riego por goteo, para la producción de hortalizas, y también riego por aspersión, para el cultivo de forrajes. Se invirtieron $us 50.000 por año desde 2013”, recuerda Valentín Pérez, técnico de la institución privada.

“La asistencia técnica de estos años para que los hermanos de Calamarca le den un valor agregado a sus productos nos ha motivado y nos ha impulsado”, destaca el alcalde, Yesid Mamani.

La principal actividad del municipio es la agricultura (76%), a la que le siguen la ganadería (16%) y otras actividades (8%). La tierra es usada en un 79% para el cultivo de alimentos y el 10% para la cría de animales, mientras que el 2% son áreas boscosas y el 9% zonas no aptas para el agro.

Los cultivos de mayor preferencia son la papa, oca, haba, cebada y papalisa, mientras que en las partes de la región próximas a la cordillera se apuesta por la quinua y la cañahua, según información incluida en el documento Política Pública Municipal de Gestión de Riesgo Agropecuario.

Técnicas. Pérez, ingeniero agrónomo de profesión, indica que entre los agricultores calamarqueños el sistema de riego por goteo “se va adoptando de a poco”.

“Las familias van adquiriendo el hábito de implementar y de replicar en sus predios. Hablamos de cultivos bajo cubierta y del sistema de aspersión en campo abierto”, detalla el experto.

La implementación de éstas y otras técnicas de producción es de suma importancia en Calamarca, donde existe un uso excesivo de la fértil tierra, la cual se puede recuperar con algunos años de descanso y la aplicación de materia orgánica. “La erosión de estos suelos es de forma laminar y por el arrastre de partículas por viento”, indica el documento edil, que establece las bases para la implementación de la Ley Municipal de Gestión de Riesgo Agropecuario.

La norma se aprobó el 6 de abril en la Alcaldía de Calamarca.

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