CIPCA / 05 de septiembre de 2018.- El Bloque Oriente, conformado por la Federación Sindical de Comunidades Interculturales Productores Agropecuarios de Santa Cruz (FSCIPA-SC), Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos Apiaguayqui Tumpa (FSUTC-AT-SC), Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (CPESC), la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores y otros que son parte del Pacto de Unidad, en su “PRIMER ENCUENTRO DE PEQUEÑOS PRODUCTORES DEL AGRO POR LA SOBERANIA ALIMENTARIA, RUMBO AL 2025”, realizado en la ciudad de Santa Cruz el día 3 septiembre de 2018, emitió una resolución, en el cual resuelven cinco puntos, de los cuales tres son favorables al sector agrícola:
Al respecto, el viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Pedro Damián Dorado, indicó que el Gobierno vio conveniente generar un espacio para concretar la ruta que permita mirar el futuro sin dejar de lado los componentes científicos, pero dentro de la doctrina y la filosofía del vivir bien.
Isidoro Barrientos manifestó, que pese a que en Bolivia está prohibido el uso de semillas genéticamente modificadas (excepto en soya), el 35 por ciento de la producción de maíz es transgénico.
La propuesta del Bloque Oriente y la Cámara de Pequeños Productores del Oriente (CAPPO), sobre la conformación del Comité de Bioseguridad y la introducción de semillas transgénicas en el país, no es nuevo, ya que fue la demanda planteada por varios sectores que conforman la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz: Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (CAINCO), Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO), Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (FENCA), Federación de Ganaderos de Santa Cruz (FEGASACRUZ), en la “Cumbre Sembrado Bolivia” en abril del 2015, alegando la baja productividad, pérdida de mercado y oportunidades de generar empleo. En dicha Cumbre se puso como ejemplo la producción de maíz aduciendo que mientras Bolivia tiene un rendimiento de tres toneladas por hectárea, en otros países como Argentina y Paraguay los rendimientos oscilan entre nueve y diez toneladas, que les permite conquistar otros mercados.
Según Isabel Mamani de CIPCA Santa Cruz la introducción de estas semillas mejoradas que en realidad son semillas transgénicas no es un tema de productividad, es cuestión de soberanía, primero se pierde la soberanía de las semillas patrimonio de la humanidad; segundo, la soberanía económica al masificar el cultivo las exportaciones pasan a depender de un solo producto (como la soya), cuya semilla proviene de una sola empresa (Monsanto) y la dependencia de importaciones de insumos agroquímicos; tercero, el cultivo de transgénico va acompañado de la pérdida de la soberanía del territorio, porque grandes extensiones de tierra son adquiridas por pocas personas con la capacidad de realizar cuantiosas inversiones (generalmente extranjeros) y finalmente, implica pérdida en la soberanía alimentaria, porque el monocultivo desplaza predios diversificados, producción de subsistencia, cultivos de autoconsumo. Esto, unido a la pérdida de tierras, hace que los agricultores del campo migren a las ciudades para convertirse en consumidores y no más en proveedores de alimento.
Por otro lado, recalcó Mamani, el pedido del Bloque Oriente viola la Constitución Política del Estado (Arts. 16 y 225), leyes: Nº 300, Ley Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien (Art.24); No 144, Ley de la Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria (Art.15); N° 3525, Ley de Regulación y Promoción de la Producción Agropecuaria y Forestal no Maderable Ecológica (Art. Nº 2). Respaldan la vulneración de los Decretos Supremos N° 0181 de Normas Básicas del Sistema De Administración de Bienes y Servicios (Art. 80) y el Nº 2452, Etiquetado de Organismos Genéticamente Modificados (art. 2); y la Resolución Administrativa VRRNNyMA Nº 135/05 (Art. 2); incluido el Protocolo de Cartagena Sobre Seguridad de la Biotecnología, vigente en Bolivia desde septiembre de 2003.
Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.