Familias en municipio de Baures en Beni, zona que se verá afectada por el PLUS. Foto: Soledad Enriquez
Autor: Soledad Enríquez y Juan Carlos Rojas, investigadores CIPCA Beni
Fecha: 06/02/2020
El nuevo Plan de Uso de Suelos (PLUS) del Beni fue sancionado por la Asamblea Legislativa Departamental el 17 de octubre de 2019, y promulgado a través de la Ley N° 093 el 27 noviembre de ese mismo año por Yáscara Moreno Flores, Presidente del Asamblea Legislativa Departamental de Beni, asumiendo la competencia del Ejecutivo ante el vencimiento el plazo establecido por norma. Poco antes de estas fechas el documento del PLUS se hizo público, facilitando de esta manera que muchas personas accediéramos a informarnos de los cambios y nuevos planteamientos.
El nuevo PLUS ha sido cuestionado por algunos sectores del departamento, como el indígena a través de la Central de Pueblos Étnicos Mojeños del Beni (CPEM-B) que reivindica el ejercicio de su derecho a la consulta y participación como pueblo indígena, también por el Comité de Defensa de la Democracia (CONADE) del Beni, que observa el cumplimiento de los principios constitucionales y de medio ambiente orientados al desarrollo sostenible, a la protección del medio ambiente y a la conservación del patrimonio natural existente en el departamento del Beni.
Este instrumento que presenta un desconcertante cambio de uso de suelos, deja varias dudas debido a serios vacíos técnicos habiendo sido elaborado con base en la metodología “Evaluación de tierras de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)” (1976). Por tanto, resulta imposible hacer un análisis detallado ya que no contiene la información técnica y científica necesaria y suficiente, como lo hace el anterior PLUS de 1999 que resulta de la aplicación de la metodología utilizada para sustentar los cambios adoptados. Podemos anotar, entre las ausencias más relevantes, sin que sean las únicas:
En ese sentido, profesionales como Vladimir Orsag Ph. D., Presidente de la Sociedad Boliviana de la Ciencia del Suelo, manifestó su preocupación por el vacío de información de los análisis y criterios que rigieron para actualizar el PLUS. Este especialista indicó que es muy importante hacer un análisis exhaustivo con diversos sectores competentes para conocer y analizar los resultados entregados.
Mientras que el Gobierno Departamental del Beni no presente toda la información técnica y científica recolectada y de los parámetros o criterios utilizados para la definición de los nuevos tipos de uso en el Beni, queda la sensación de que primaron intereses parcializados, fundamentalmente económicos, a favor de un sector en desmedro de otros; definiciones respaldadas –además- por una coyuntura nacional favorable que se generó en el gobierno de Evo Morales para ampliar la frontera agropecuaria de Bolivia, sustentada además en la propuesta titulada “Con la Apertura de la Frontera Agrícola y la modernización de la Ganadería: EL BENI PUEDE CONVERTIRSE EN LA REGIÓN MÁS RICA DE BOLIVIA”, presentada por la ABT a finales de 2018.
Por tanto, la justificación de desarrollo que no respeta la verdadera aptitud del suelo es una amenaza a la sostenibilidad productiva de cualquier entidad territorial y no constituye una salida para mejorar la calidad de vida de su población. La inocultable mirada economicista dominante en el nuevo PLUS, no considera los posibles impactos socio-culturales y ambientales, que también son muy importantes para un territorio como el beniano.
El Beni se caracteriza por su diversidad en ecosistemas, recursos naturales, paisaje arqueológico, diversidad cultural y alto potencial económico. Para ello, el nuevo PLUS u otras políticas gubernamentales deben estar orientadas a forjar su desarrollo a partir de sus potencialidades, reconociendo y promoviendo alternativas sostenibles integrales de recursos y de actores.
Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.