El Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) Regional Altiplano, en coordinación con los Gobiernos Autónomos municipales de Calamarca, San Andrés de Machaca, San Pedro de Totora y Charazani, organizaron el "Foro Regional: Cambio Climático y Gobernanza Ambiental” en salones de un importante hotel de la ciudad de El Alto para generar un espacio de encuentro, diálogo y reflexión entre instituciones, organizaciones campesinas indígenas originarias, organizaciones sociales, colectivos medio ambientalistas, expertos, líderes y lideresas con el propósito de buscar soluciones conjuntas a los desafíos ambientales que enfrenta la región altiplánica y el país.
Cerca de un centenar de asistentes, entre autoridades, dirigentes de comunidades, representantes de organizaciones sociales y público en general se dieron cita en el Foro, el cual tuvo diferentes presentaciones de importantes expertos que dieron el realce a la temática central del evento que tuvo el objetivo de promover un espacio plural y participativo para el intercambio, diálogo y evaluación de las acciones y políticas públicas que se desarrollan para la mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático en los sistemas de producción agropecuaria y en la vida cotidiana de la gente, con la finalidad de encontrar alternativas y estrategias efectivas para hacer frente a los efectos devastadores del cambio climático.
Producto del desarrollo del evento y de las reflexiones que en el mismo se dieron a lo largo de la jornada los participantes acordaron emitir un manifiesto ambiental en el cual es importante destacar algunos aspectos importantes reconociendo la crisis climática existente en el país y a nivel global:“El cambio climático es una amenaza global que se manifiesta de manera aguda y específica en el Altiplano boliviano. El aumento de las temperaturas, la disminución de las precipitaciones y la intensificación de fenómenos climáticos extremos, están afectando gravemente a nuestras familias y sistemas productivos de las comunidades y ecosistemas”.
“La vulnerabilidad de los sistemas productivos, especialmente las indígenas originarias campesinas y la población vulnerable se ha intensificado debido a la falta de recursos y oportunidades para desarrollar medidas de adaptación y resiliencia a los efectos del cambio climático. Es imperativo abordar esta desigualdad y garantizar la participación activa de las comunidades en la toma de decisiones”.
Asimismo, el manifiesto puso un énfasis especial en exigencias relacionadas con el compromiso y un llamado a la acción climática, la mejora de la gestión sostenible de los recursos naturales y la gobernanza ambiental y el reconocimiento de que este es un problema global que afecta a todos y todas.
“Revalorizar y respetar los saberes y conocimientos ancestrales y propios de nuestras comunidades como los indicadores naturales, que promueven el cuidado de la madre tierra y los recursos naturales”.
“Llamamos a las instancias públicas de los niveles municipal, departamental y nacional, la creación de políticas, planes, programas y leyes ambientales más concretas, en el marco de las normativas y las leyes vigentes, con énfasis en la región del altiplano boliviano con la finalidad de proteger el patrimonio natural (nevados glaciales y recursos hídricos en general) y cultural, que promuevan la participación ciudadana en la toma de decisiones relacionadas con el medio ambiente”.
La crisis climática en Bolivia, y en particular en el altiplano boliviano, representan desafíos urgentes que requieren la colaboración de todos los niveles de gobierno, la sociedad civil y la comunidad internacional. La adaptación, mitigación, resiliencia y la educación ambiental son aspectos clave para abordar los impactos actuales y futuros del cambio climático en esta región.
Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.