Iglesia de San Ignacio de Mojos. Foto: Martin Torrico
CIPCA / 16 de abril de 2020.- El 11 de marzo del presente el Comité Departamental de Reducción y Atención de Desastres CODERADE, a la cabeza del gobernador del Beni, Fanor Amapo, mediante Resolución N° 16/2020, declara alerta naranja en todo el departamento, por la emergencia sanitaria del COVID-19. Con este propósito, el Comité Municipal para Reducción de Riesgos y Atención a Desastres COMURADE de San Ignacio de Mojos viene desarrollando acciones de coordinación interinstitucional con la plataforma de organizaciones e instituciones que trabajan juntas para enfrentar dicha emergencia. Este comité municipal coordina estrategias de intervención en momentos de emergencias y desastres que requieren asignación presupuestaria o de apoyo en logística de personal y equipamiento específico. Sin embargo, en el contexto actual, el Gobierno Autónomo de San Ignacio de Mojos (GAM SIM), está experimentando una de las crisis más agudas desde la inundación del 2014, y esta vez los retos se presentan a nivel presupuestario.
El presupuesto aprobado del municipio Ignaciano para la el POA 2020 es de 31.039.172 millones de Bs. y actualmente presenta problemas de liquidez. Desde todo punto de vista este escenario no es alentador si en el corto plazo este problema no se resuelve, siendo que está en riesgo la atención oportuna a la emergencia sanitaria por el COVID-19. En esta realidad, los decretos supremos en los que se definen medidas para atender la emergencia como la compra de insumos de bioseguridad, medicamentos y equipamiento, no son efectivos si en las cuentas de los gobiernos municipales no existen esos recursos económicos suficientes. Además de esto, la transferencia de recursos destinada a la emergencia a través del Comité Nacional de Riesgos y Atención a Desastres CONARADE no ha sido efectuada, profundizando aún más la situación de precariedad del GAM SIM. Esta situación está dificultando el equipamiento de los centros de salud en el área urbana y rural, así como la capacitación del personal de salud.
El escenario es complicado, el COMURADE ha puesto el hombro y se han delegado las distintas actividades de prevención de la enfermedad. En este marco, las Subcentrales del Territorio Indígena Mojeño Ignaciano y Territorio Indígena Multiétnico, junto con las Fuerzas Armadas, policía y personal de salud, que forman parte de dicho comité, han coordinado el apoyo las actividades de vigilancia, como en la alimentación del personal asignado en los controles de ingreso de vehículos y personas, ya que los puntos de control se encuentran alejados del área urbana y en comunidades de los dos Territorios. Sin embargo, éstos se encuentran vulnerables al no contar con los suficientes insumos y equipamiento necesario para desempeñar sus labores de control.
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