Siguiendo con la programación del X FOSPA, se desarrolló el Evento Autogestionado por el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), en la sala 306 del Mirante do Rio de la UFPA (Universidade Federal do Pará) en Belém, Brasil este evento con la finalidad de exponer el estado del arte de las experiencias en términos de autonomía y autodeterminación de la Nación Guaraní en Bolivia y la Nación Wampi en Perú.
Los procesos de autonomía indígena en Bolivia, en el Chaco boliviano son una muestra sobre el avance del autogobierno y la autodeterminación, si bien existen desafíos para la consolidación de estos gobiernos debido a los diferentes obstáculos con que se han ido enfrentando relacionados a procedimientos administrativos y legales que van surgiendo en el proceso. En este contexto, resaltamos estas demandas en el marco del derecho a la autodeterminación que está configurado en la normativa nacional e internacional y que desde los pueblos indígenas se tiene que debe demandar ante el Estado hacia el ejercicio de estos derechos.
El proceso autonómico en Bolivia, es un proceso de larga data. La lucha de la Nación Guaraní por la autodeterminación se remonta a cientos y tal vez, miles de años atrás. Sin embargo, en tiempos recientes, desde 2009 se han tenido avances sustanciales desde la redacción de la nueva Constitución Política del Estado, que ha definido una agenda política de avanzar con el proceso de autogestión y autonomía indígena. Este proceso lleva ya más de 12 años, con avances concretos en términos del ejercicio de la Autonomía, como es el caso de Charagua Iyambae, con desafíos de extender la autonomía hacia el sistema propio de gobierno, que incluye educación, salud intercultural y políticas públicas de desarrollo siguiendo visiones y la cosmovisión de la Nación Guaraní. Existe el compromiso y mandato desde las organizaciones de seguir impulsando este proceso, a pesar de los obstáculos que se pongan en el camino.
En el caso de Perú, la nación Wampi se ha constituido como el primer gobierno indígena del país, a pesar que el Estado siempre ha invisibilizado los sistemas de gobierno propio, a pesar que desde tiempos ancestrales, nuestros abuelos han sabido gobernar y gestionar los territorios. La agenda por la autodeterminación está basada en principios fundamentales: 1) El reconocimiento de la totalidad del territorio ancestral, no queremos el fraccionamiento de nuestro territorio, 2) La consulta tiene que ser auto consulta, esto plantea un nivel de deliberación al interior del territorio primero y luego con actores externos. Se escucha primero las propuestas desde los actores externos, luego se consulta con las comunidades del territorio y recién se negocia con los externos. 3) Trabajar en la autodeterminación, nuestro propio mapeo histórico cultural, con nuestra propia cosmovisión, sin pedir permiso a nadie, nos constituimos y ejercemos el autogobierno, la autodeterminación no es un regalo, es una lucha que se debe exigir y ejercer.
Los problemas son comunes en el territorio relacionadas al extractivismo, petróleo, minería ilegal. Las actividades petroleras son las principales amenazas ambientales. En el caso de Perú se ha realizado interdicción propia para expulsar pacíficamente a los mineros, siguiendo el principio de consulta y deliberación interno. En el caso de Bolivia, es importante el fortalecimiento de los diferentes niveles orgánicos que hacen al gobierno indígena, las asambleas comunales, también la deliberación interna para avanzar, para poner también las condiciones en la negociación con las petroleras y frenar las actividades que tienen mucha afectación.
Sobre la contribución ambiental, los pueblos indígenas se han constituido en los guardianes de la naturaleza, los guardianes del bosque. En el caso de los Wampis en Perú, los bosques gestionados por ellos, absorben en dos años, 57 millones de toneladas de carbono, siendo los compromisos de 10 años de Perú, 100 millones de toneladas. Estos aportes no son valorados desde el Estado. Pero también hay que tener cuidado, porque si se quiere encarar desde el Estado cualquier proceso de compensación o mercantilización de los recursos naturales, la mayoría de los recursos se van a mantener la burocracia estatal, los recursos se diluyen en temas administrativos, en consultorías que no llegan a los territorios.
A modo de conclusiones se plantea:
Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.