CIPCA / 28 de abril del 2020.- El pasado 20 de abril, en la ciudad de Trinidad se confirmaron los dos primeros casos positivos de COVID-19 en el departamento del Beni. Sólo 24 horas después, el número de casos positivos subió a 33. Era difícil comprender que el departamento que había mantenido un supuesto silencio epidemiológico durante 43 días de cuarentena, en tan solo 1 semana confirmaría 62 casos positivos.
A pesar de la tensión que se sentía al momento de realizar las tareas de prevención, se respiraba un aire de optimismo, por la inexistencia de casos positivos en el departamento. Sin embargo, la incipiente cantidad de pruebas realizadas, generaba dudas razonables en la población que comenzaba a intuir cuál era el secreto de la inmunidad.
El mapa de contagios presenta a Trinidad como el epicentro del Beni con 61 casos, seguido de San Ignacio de Mojos con 1 caso. Ante este nuevo escenario epidemiológico, el Gobierno Autónomo Municipal de San Ignacio de Mojos (GAM SIM) decretó el encapsulamiento del municipio por 4 días, desde las 00:00 horas del lunes 27 de abril, para realizar actividades de control y prevención en la propagación del virus. Esto supone una serie de medidas entre las que se encuentra la restricción total de circulación en todo el municipio, salvo fuerzas armadas, policía, autoridades del GAM y el personal de salud.
Por su parte, las comunidades del Territorio Indígena Multiétnico (TIM) y el Territorio Indígena Mojeño Ignaciano (TIMI), en ejercicio de su soberanía territorial y en el marco de las medidas anunciadas por el GAM SIM decidieron cerrar sus puntos de ingresos. Casos como el de las comunidades Santa Rosa del Apere y Pueblo Nuevo, por decisión conjunta decidieron cerrar el paso de los caminos durante 15 días. Para esto los comunarios instalaron trancas con alambre de púas, troncas y ramas de árboles para bloquear los caminos. La comunidad Montegrande del Apere tomó medidas similares al instalar un portón de madera en la carretera principal, para ejercer un mayor control a circulación de vehículos y personas.
Estas decisiones se tomaron en coordinación con el personal de salud que prestan sus servicios a las comunidades. Ante esta situación las autoridades han previsto la atención de alguna emergencia que pudiera presentarse, tanto en el traslado de pacientes como en la provisión de algunos insumos, existiendo vehículos designados específicamente para estos fines. En el caso del TIMI las comunidades de Bermeo y La Argentina han tomado medidas similares para impedir la circulación de personas ajenas al Territorio y se han instalado las respectivas trancas.
Estas medidas de prevención del contagio de Covid-19 asumidas por las comunidades tienen el fin principal de precautelar la salud de la población indígena considerando además el precario sistema de salud con el que cuentan. Por otra parte, en días pasados las autoridades comunales denunciaron ingresos ilegales a sus territorios para realizar actividades de caza y pesca, sin embargo, también se vieron afectados por el robo de su producción en los chacos familiares y de algunas herramientas. En este sentido, las autoridades comunales han sido enfáticas en la aplicación de la justicia indígena por usos y procedimientos propios y además han solicitado la colaboración de las autoridades para ejercer mayor control de las personas que puedan acceder a los territorios de forma ilegal y que ponen en riesgo la salud de las y los comunarios.
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