25/10/2016

Ser mujer joven y lideresa en el área rural

Ximena Humerez - CIPCA UAP

CIPCA / 24 de octubre de 2016 / Testimonios #JóvenesRurales.- Reyna Isabel Chambi Choque es una joven de 24 años de edad originaria de la localidad Puerto Guaqui  ubicada en el municipio de Guaqui, provincia Ingavi del departamento de La Paz. Actualmente trabaja como Asistente Técnica de la Dirección de Proyectos en el Gobierno Autónomo Municipal de Guaqui. Vive con su madre y su pequeña hija. Cuenta que desde pequeña siempre resaltó dentro su familia y su comunidad porque le gustaba aprender y podía expresarse bien. “De toda mi familia yo soy la persona que más les hago quedar bien, sobresalgo, siempre me ha gustado ser entradora, incluso mis mismos vecinos confían en mí, siempre me piden que los represente, me dicen ella sabe hablar nos va a representar”.

Después de culminar el bachillerato, Reyna ingresó a estudiar la carrera  de Ciencias de la Educación  en la Unidad Académica de Guaqui que es parte de la Universidad Pública de El Alto (UPEA). Es en la Universidad donde inicia su carrera como lideresa cuando en el año 2011 empieza a participar de los cursos de capacitación en liderazgo a jóvenes impartidos por el CIPCA. Asimismo relata cómo sus compañeros y compañeras de Universidad la eligieron, junto a otros estudiantes, para que representara a su Unidad Académica en un curso de capacitación realizado por la UPEA, lo cual, afirma ella, fue lo que más le impulsó como joven lideresa, aunque significó dedicación y esfuerzo. “Siempre fui líder, he sobresalido, los jóvenes siempre han confiado en mí, por eso es que  el 2011 me han lanzado. Fui junto a tres de mis compañeros en representación de la Sede Académica de Guaqui, ahí me fui capacitando, pero dos de mis compañeros han desertado porque era ir a pasar tipo clases 2 o 3 veces a la semana, no les ha gustado y lo han dejado,  yo y una compañera nomás nos hemos podido formar como líderes”.

La participación como mujer joven en espacios de poder, un reto difícil pero no imposible

Reyna cuenta que el pasado año 2015 formó junto a otras personas, la mayoría jóvenes, el partido político Movimiento por la Soberanía MPS, esto con el objetivo de postularse como candidatos y candidatas a las Concejalías  en las elecciones municipales de Guaqui. Sin embargo esto le recuerda que entrar en la política para una mujer joven no es fácil: “En el aspecto político como mujer y joven ha sido un reto porque hay que enfrentar muchas dificultades, por ejemplo cuando postulé a una concejalía en mi municipio tenía miedo, pero yo decía que iba a poder, pero como siempre a las y los jóvenes nos han usado para rellenar sus listas, porque los candidatos para los tres primeros concejales están por encima de los 30 años, yo estaba como cuarta candidata concejal y otro compañero que es joven como yo, claro los 3 primeros se aseguraron sus puestos, solo nos han usado para esto”.

La joven lideresa asegura que no es fácil el camino que eligió  porque siempre hay dificultades, recuerda cómo algunas personas de su comunidad no estaban de acuerdo que fuera a ella a quien siempre escogían para representarles: “…hubieron personas muy negativas, me hicieron sentir mal, me lastimaron, incluso rompieron mi autoestima por el hecho de ser mujer, siempre decían porque no un varón, incluso había peleas entre partidos políticos, decían: “por qué escogen a mujeres, debían ser hombres, las mujeres no van aguantar los golpes (físicos) ahí vi que la política es muy sucia”.

La discriminación y la violencia presentes en la vida política hicieron dudar a la joven: “Por un  momento con todo eso casi me voy hacia abajo, pero como mucha gente confiaba en mí y me apoyaban; mi familia, mis amigos, mis vecinos, eso me  ha levantado el autoestima y he seguido, me ha ayudado bastante,  y dije que no me iba a rendir, que  iba a seguir adelante”.

Y así lo hizo, siguió adelante convencida de que hay que ser perseverante ya que las cosas y la gente va cambiando y va entendiendo, respetando y valorando el esfuerzo y el trabajo: “Ahora veo que las mismas personas que no me querían se han cansado de hablar mal de mí, ahora me saludan, me hablan, yo tampoco los puedo rechazar, me ha ayudado bastante, ahora agradezco a esas cosas que me han vuelto fuerte, gracias a ellas estoy donde estoy”.

Reyna recuerda que participó activamente dentro la organización originaria Suyu Ingavi de Markas, Ayllus y Comunidades Originarias (SIMACO) a la cual pertenece, pero explicó que ya no participa y que más bien tiene la idea de formar un centro de jóvenes, “la idea es tener un espacio para jóvenes con el objetivo de trasformar sus pensamientos, la mayoría de jóvenes, hombres y mujeres, se echan a perder, no piensan, muy jóvenes se hacen de familia, o se envician, tenemos que cambiar ese pensamiento. Esto ocurre muchas veces por la falta de comunicación de los padres, el rechazo de los padres, si alguna vez cometieron un error ya no les vuelven a aceptar, entonces los jóvenes se echan a perder. También  la falta de economía en la familia afecta, son varios factores que influyen”.

Al preguntarle sobre la participación de las mujeres dentro las organizaciones originarias de su municipio, contó que existen 2 Mallkus (autoridades hombres) que están a la cabeza de un cantonal y 2 subcentrales y que cada una de las 16 comunidades y los 2 centros poblados que existen tiene a un Mallku como máxima autoridad y que todos estas instancias están asociadas a SIMACO. Reyna explicó que, según las normas y procedimientos propios en la actualidad cada Mallku tiene que estar acompañado de su esposa, sin embargo resaltó que esto no garantiza una participación en igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres: “…digamos hay esa paridad varón-mujer, pero las mujeres sólo acompañan al varón, al Mallku, tienen muy poca participación, en cada reunión las mujeres muy poco se expresan, aun son tímidas, tienen miedo de hablar porque  piensan que se van a hacer reñir con sus maridos si hablan mal. Muy pocas veces se toma en cuenta las opiniones de las mujeres, lo ven como burla cuando una mujer se expresa, tal vez se expresa mal, no puede hablar, tiene dificultad de pronunciar alguna vocal, ¿los Mallkus que hacen? los varones sólo es reírse, ni siquiera son capaces de corregirle”.

En su caso, dice, es diferente y atribuye que le tienen mayor consideración y respeto que a otras mujeres porque trabaja en el gobierno municipal: “Actualmente como ocupo un cargo en el municipio, sí o sí voy  a sus ampliados. Pero para que me acepten tuve que ganarme el cariño de ellos. A mi me dan lugar pero a otras mujeres no, eso puede ser porque ellas mismas se  aíslan, a veces es cuestión de hablar, conversar, pero pienso que no es sólo eso porque también creo que si yo no tuviera un cargo no me tomarían en cuenta, porque no toman en cuenta muy fácilmente, por ejemplo a una compañera que tengo que recién entró a la organización no le toman en cuenta y se siente mal, pero si yo no trabajara en el municipio y no hubiera llegado a este cargo que tengo ahora pienso que igualmente no hubiera sido tomada en cuenta”.

“En las organizaciones aún no nos toman tan en cuenta como debería ser, siempre un poco en primer lugar están los varones en todas las reuniones ellos tienen la palabra, pero también como mujeres no nos hacemos escuchar muchas veces, sino nos escuchan sería tal vez insistir para ser escuchadas, el machismo existe, los hombres llegando a ser concejales se creen mucho más que las mujeres, en mi municipio un concejal se llevó a la secretaria, la enamoró y ahora ella no vuelve a su fuente de trabajo y él ni siquiera tiene un poco de respeto y habla mal de ella como mujer”.

Reyna está segura de que para participar más como mujeres es importante perder la timidez y prepararse mucho y si no se tiene acceso a la educación aconseja a las jóvenes a que lean libros y periódicos para que aprendan a hablar mejor participación: “les digo a las mujeres que pierdan su timidez, que siempre participen se preparen, sino pueden hablar, leer les ayudará mucho, claro que no todas hemos tenido la suerte de estudiar pero si les digo que como mujeres podemos llegar a ocupar cargos, es cuestión de tener fuerza, voluntad y ganas para seguir adelante”.

“Todo se puede”, ella recuerda que representó a la juventud de su municipio, junto a un grupo de jóvenes, en el Primer Foro Nacional de Jóvenes Rurales realizado por CIPCA en 2015 en La Paz, en el cual junto a casi 300 jóvenes rurales de diferentes regiones de todo el país construyeron la Agenda de la Juventud Rural, la cual posteriormente han ido difundiendo en diferentes espacios locales y nacionales.

La violencia y la pobreza, otros temas que afectan más a las mujeres

Otro tema de mucha preocupación y que aflige mucho a las mujeres tanto jóvenes como adultas, cuenta Reyna, es la violencia que existe hacia la mujer en todos los espacios, dentro del hogar, en la escuela, la universidad, el trabajo, en sus comunidades y fuera de ellas, etc.  Ella siente que la violencia hacia las mujeres, sobretodo física, ha aumentado, asegura que la violencia y los asesinatos de mujeres han aumentado a pesar de la Ley 342 “Ley Integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia”, promulgada en 2013 por el gobierno de Evo Morales. “Mis demandas es evitar la violencia a las mujeres dándoles capacitaciones, concientizando a los hombres que no hagan eso, porque como mujeres valemos mucho, sin las mujeres el mundo se acabaría, sufrimos violencia de pareja y desde los mismos padres, en la familia misma somos  discriminadas, que por ser mujer tenemos que cocinar y lavar incluso hasta para los hermanos varones”.

“Pero además de sufrir por ser mujeres, muchas veces hasta incluso por ser mujer rural en varias oficinas les rechazan al ver que son de pollera, que no pueden hablar español o sólo hablan aymara, digo que ahora no hay que avergonzarse de la propia lengua, mejor es tener la frente en alto por ser una mujer rural porque siempre vamos a ser fuertes y valientes en todo aspecto”.

La pobreza económica y el poco acceso a servicios básicos y otros derechos elementales como la salud y la educación, son igualmente temas de preocupación para las mujeres del área rural. “En la parte productiva tenemos también dificultades, no siempre lo que sembramos podemos cosechar, no tenemos buenas  cosecha, falta agua para riego, en el área rural  la tierra ya está cansada de tanto cultivar, a las mujeres es a la que más nos afecta esto porque las mujeres cumplimos un rol en la casa, mientras que los varones no, las mujeres que vivimos en el campo tenemos que estar pasteando ovejas, tejiendo, atendiendo al marido, cocinando, es muy poco lo hacen los varones”.

Respecto al acceso a la educación, señala que por lo menos ahora ya se cuentan con escuelas más cercanas a las comunidades a las cuales las mujeres ya pueden ir a estudiar, sin embargo, dice que eso  depende también del factor económico, ya que si la familia no tiene suficientes ingresos los padres deciden que estudien sólo los hijos: “…primero hacen estudiar los varones, luego a las mujeres, esto por la discriminación de la familia, entonces la mujer se queda en casa para cocinar, lavar quehaceres de la casa, no le queda otra”…si una decide hacer otras cosas como mujer, entonces debe cumplir doble función, yo llego de mi trabajo  a mi casa a hacer, eso es tener doble jornada laboral, después de 8 horas de trabajo hasta las 5 de la tarde, y de 6 a 9 o más hago los quehaceres de la casa y atiendo a mi mama”.

Participar y trabajar para favorecer a las mujeres

Con mucha esperanza Reyna afirma que siempre se puede mejorar y cambiar la situación en la que viven las mujeres, que todo es cuestión de voluntad, constancia y esfuerzo, “creo que  poco a poco se anda lejos, de aquí a unos 10 años por lo menos vamos a ver con todas estas leyes que se han creado a favor de la mujer van a tener resultados, y las mujeres vamos a llegar a ocupar altos cargos,  actualmente se ve que hay alcaldesas, concejalas mujeres, hasta incluso ya pueden hacer cargos en la comunidad, entonces espero que se vaya creando más leyes a favor de las mujeres y que ejerzamos más cargos para favorecer a las mujeres, que se implementen más leyes, actualmente en su totalidad no se implementan como la ley 348 de violencia que no se está cumpliendo totalmente, hay que buscar que se tomen otras acciones para implementar esta ley y otras leyes, para eso las mujeres debemos estar siempre vigilando y también proponiendo, hay mucho por hacer, pero todo es con mucho trabajo y esfuerzo”.

Reyna tiene mucha esperanza en seguir aportando y proponiendo como joven del área rural y está esperando participar del Segundo Foro Nacional de Jóvenes Rurales que se realizará a fines de noviembre en la ciudad de La Paz, Bolivia, al cual además convoca a todas y todos los jóvenes rurales a participar para aportar hacia un mejor presente y futuro.

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