CIPCA/ 14 de octubre de 2015/ Testimonios .- Herminia Camama Moriba, es una mujer campesina que reside en la comunidad “14 de Septiembre” de Guayaramerín, segunda sección municipal de la provincia Vaca Diez del departamento del Beni en la Amazonía norte de Bolivia. Vive junto con su esposo y sus 5 hijos e hijas menores de los 11 que tiene, con quienes, como ella dice, trajina de día y de noche. Se dedica a la agricultura pero también a la piscicultura y la ganadería “para poder tener la leche todos los días”.
Actualmente ella es Secretaria de Actas en su comunidad y también ocupa el cargo de Secretaria Hacienda en la Asociación de Productores Agroforestales de la Amazonía Boliviana (APARAB) en Riberalta, una asociación que trabaja con el rubro del cacao.
En la agricultura trabaja con los cultivos tradicionales como la yuca, el maíz, el arroz, plátano, cacao y sandía, así como con algunos cítricos en su parcela la cual produce bajo sistema agroforestal. “Los productos que saco de mi sistema agroforestal me sirven más que nada para mi propio consumo, para mi familia, pero si me sobra trato de venderlo para poder comprar otros productos que se necesita siempre para alimentarse, como aceite o azúcar que sí o sí los tengo que comprar en el pueblo”. La productora campesina también aprovecha su producción para criar chanchos, que es un rubro comercial importante para su familia.
Herminia también produce mandarina, naranja, toronja y limón en su sistema agroforestal el que ya lleva produciendo durante 6 años. Ella cuenta que el año pasado -refiriéndose al año agrícola, de septiembre 2015 a septiembre 2016-, ha sufrido debido a los efectos del cambio climático, como las sequías que afectaron fuertemente en su comunidad y en su sistema agroforestal, resaltó que no hubo nada de producción lo cual le preocupó mucho, pero al parecer, dijo con mucha esperanza, “este año puede que cambie esta situación porque parece que los árboles están floreciendo mucho y esa es una buena señal”.
La agricultora recordó que su producción de plátanos también se vio afectada por los fuertes vientos que tumbaron varias plantas, indicó que algo similar ocurrió con el arroz y resaltó: “la cosa ya estropeada ya no es lo mismo”.
Para cambiar esta situación ella espera que las autoridades apoyen en los estudios de suelo que necesitan para su comunidad para mejorar la producción.
En el día de la mujer rural, que se recuerda cada 15 de octubre, Herminia espera la bendición de Dios para mejorar la producción que es con lo que ella y su familia se sostienen, “la esperanza es lo último que se pierde, así que sigamos sembrando para mejorar nuestra calidad de vida porque la producción y la tierra nos van a dar lo que necesitamos para vivir, para la educación y para la salud”.
Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.