Autor: Wara Arteaga /Taraco
Fecha: 12/06/2017
Papas y ocas de casi 20 centímetros, cabezas de repollo de otros 35 centímetros y gigantes zapallos, entre otras hortalizas, cultivadas con abonos naturales, fueron puestos a la venta en la II Feria Agroecológica Cultural y Turística de Taraco. El municipio se encuentra a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar y a 95 kilómetros de la sede de Gobierno.
El municipio, que alberga a casi 7.000 habitantes, tiene una peculiaridad: una vez al año centenares de personas la visitan para comprar productos agrícolas del lugar.
Todos los productores tienen un común denominador: están orgullosos de sus productos y cómo se erigen imponentes en los puestos de venta. Además, porque las bebidas naturales le han quitado mercado a las gaseosas.
"Aquí todo es ecológico”, expone el alcalde del lugar, Juan Quispe. Las palabras de la autoridad coinciden con la de los comunarios. "Es natural, las papas que tienen químicos son picantes”, asegura Flora Yujra al mostrar la diversidad de papas que cosecha.
Ellos aprendieron a lidiar con las plagas y fortalecer la tierra, para los cultivos con el uso de productos naturales, como el estiercol, la cebolla, el locoto, el cigarro, el jabón y las cenizas, todos ellos están entre los materiales que usan.
El técnico agricultor del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) Luis Mamani resalta la producción natural, "no queremos químicos, porque sabemos que hace mal a la salud. Ellos producen de forma natural”, asegura.
Cigarros y jabón son los ingredientes básicos para la preparación de un caldo mineral, sustancia que evita y controla la plaga. Los pobladores utilizan métodos similares para proteger su sembradío. Para la papa, por ejemplo, Julia Mamani aprendió de lombricultura, "uso abono de lombriz”, asegura mientras muestra su cosecha de enormes papas. Además ella comercializa ese mismo fertilizante para comercializarlo por kilo.
Desde 40 bolivianos la arroba se comercializa la papa de Taraco, los lugareños también se dedican a la siembra de hortalizas, como lechuga, acelga y zanahoria.
Pero en la plaza del lugar los comunarios también exponen los productos que aprendieron a aprovechar de la leche de vaca. "Después de sacar requesón, quedaba el suero, eso se desechaba”, explica Pedro Rodríguez, productor de lácteos. Él ya no descarta el suero de la leche, ahora expone una variedad de productos, refresco y gelatina de suero en diferentes sabores, hasta queso prensado y yogurt. Los precios varían desde los cinco bolivianos hasta los 45.
Julia Cruz expuso una diversidad de tejidos, desde chompas hasta camas. Ella trabaja a mano en la elaboración de frazadas, cada una tarda en tejer alrededor de cinco meses, "tarda como tres meses en secar”, afirma. Miguel Limachi también es artesano, domina la alfarería y muestra orgulloso la diversidad de platos, tazas y utensilios de cocina que moldea con ayuda de las manos.
El municipio que recibe 20 turistas cada mes
Página Siete /Taraco
El municipio de Taraco está compuesto por 16 comunidades y congrega a casi 7.000 habitantes. Pero su historia data de 1767, el año de su fundación.
La plaza principal tiene como principal característica la estatua de morenos. "La cuna de la morenada”, pero también tiene un sitio arqueológico, un albergue para turistas y la playa de Santa Rosa. El museo inaugurado el 2015 registra un promedio de 20 visitantes por mes.
Según Agustín Paty, responsable de cultura y turismo de Taraco, la cultura Chiripa es la antecesora de la cultura Tiwanakota. De ahí que hay una excavación arqueológica y el museo que dan cuenta de la historia de ese pueblo. Además en el sitio también se construyó una escuela.
El bosque de San José, donde el clima es más caluroso, está rodeado de cientos de árboles en un pequeño prado. Por el atractivo del lugar algunos visitantes acampan ahí. Es un pequeño oasis que contrasta con el lugar.
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